CRÓNICA / EL ÚNICO PRACTICANTE DE SALTO ALTO EN EL QUINDÍO
El arte de superar obstáculos
Jennifer Andrea López López
Agencia Q.
Johnny Soto se prepara para saltar, es su último intento y su rostro refleja resignación. Antes de la competencia de salto alto, en los juegos nacionales universitarios, la máxima altura que Johnny alcanzaba era 1.65 metros. En su tercer intento logró 1.72 metros y ahora el reto son los 1.77 metros. El problema es que Soto, dependiendo de la altura, cuando sólo le queda un intento, empieza a resignarse.
Johnny es el único practicante de salto alto en la modalidad masculina que tiene el departamento del Quindío, aunque podría llegar a saltar más de dos metros, según Jorge Beltrán, su entrenador.
Es el momento, Johnny emprende la carrera, salta, queda de pie al borde de la colchoneta y de lado tumba el listón. Es hora de abandonar la competencia, Soto organiza sus cosas y se dirige hacia donde está su familia y su entrenador que le reprocha no haber querido saltar los 1.77 metros.
Aunque éste deportista de la Universidad del Quindío práctica diferentes ejercicios de atletismo (durante cinco días a la semana, desde las seis hasta las ocho y treinta de la mañana), un mes antes de la competencia, se dedicó exclusivamente a los movimientos de su actividad. Al saber esto, quise experimentar en carne propia uno de esos días en que Johnny se preparó con el fin de competir contra otros universitarios.
Entonces, llegue a la pista atlética a las seis horas, espere media hora a Soto, que para mi fortuna ese día se levanto tarde. Lo seguí en un entrenamiento que sabia le iba a resultar tortuoso, a una persona que mide 1.58 metros y que siempre le ha tenido temor a caerse de bruces cuando se trata de superar saltando un obstáculo, a una persona como yo.
Los saltadores generalmente son altos, por ejemplo en los juegos nacionales universitarios la estatura mínima estaba cercana a la de Soto, 1.88 metros. En cuanto al peso, es falso que deban ser muy flacos, verbigracia Johnny pesa 63 kilos y debe empezar a ganar masa muscular pues lo que se busca es generar en las piernas la potencia explosiva requerida al instante de saltar.
El calentamiento incluye tres vueltas trotando a la pista atlética y, posteriormente, superar treinta veces una ruta que desemboca en el arenero de salto largo. En dicha ruta se deben saltar tres vallas de altura progresiva y una llanta. He de confesarles que no tuve problema en trotar, mas no fui capaz de pasar la ruta, ya que en cuanto estuve al frente de la valla más pequeña (que mide aproximadamente 95 centímetros) regresaron todos mis miedos.
Después, hay una serie de ejercicios para la cadera y la espalda. Por último, está la parte en que se debe saltar el listón de diferentes maneras, y aunque ustedes no lo crean decidí lanzarme.
Sin embargo, hay que aclarar que antes de afrontar la mínima altura (un metro), Johnny me explicó cada una de las formas en que debía saltar como parte del entrenamiento y el modo en el que se hacía en una competencia.
Comencé con el estilo tijera, ni siquiera alcance a subir las piernas por encima de la colchoneta que mide aproximadamente 98 centímetros. Continúe ubicándome de espaldas a la vara, para saltar hacia atrás con las dos piernas y sin impulso, el resultado fue un golpe con el listón en el culo. Me detuve, Soto concluyó que era lo mejor.
Johnny finalizó una práctica en la que no sólo me había enseñado algo de su deporte, sino que también había contestado a mis preguntas. Así fue como me entere de que quiere ser profesional, de que aspira a ser campeón nacional de salto alto y a competir en los juegos deportivos nacionales. Dice no afectarle el hecho de no poderse medir con otros, pues las marcas a romper ya están establecidas y su meta es superarse a sí mismo.
Es por todas esas respuestas anteriores, que esperaba dijera algo así como: “ser el mejor en todo”, cuando antes de irme inquirí por su prioridad en la vida. Entonces, para asombro mío, contestó: “No tener vicios, no meterme en problemas y ser bueno con mis padres”.
Me despido de Johnny y me voy pensando en que definitivamente no se puede dar nada por hecho ni se puede entender la dificultad de algo sin haberlo experimentado.
Ese man yo lo conozco, y de verdad es muy buen atleta y muy dedicado, lo único flojito que tiene es el peso. Pero siga así Johnny. Ojos que la comunidad gay de la U ya te esta echando el ojo.
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