jueves, 17 de diciembre de 2009

Ingeniería, comunicación y prevención de desastres

PROYECCIÓN SOCIAL / SOLUCIONES A LA COMUNIDAD

Ingeniería, comunicación y prevención de desastres

Jennifer Andrea López López

Agencia Q

La comunidad de La Virginia, corregimiento de Carlarcá (Quindío), pide que se construya un puente más grande en lugar del que hay entre su corregimiento y Calarcá. Esto con el fin de no ser afectados por un desprendimiento de rocas desde lo alto de la Quebrada del Cofre. Sin embargo, la Alcaldía de Calarcá decidió contratar a la Universidad del Quindío en conjunto con la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), para realizar un estudio que determinará la viabilidad de la construcción.

La CRQ, los ingenieros uniquindianos Pedro León García, Alfredo Murillo, Carlos Arturo García, Juan Carlos Marín y el licenciado Alejandro Herrera, coordinador de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Quindío, fueron los encargados de realizar el informe, que arrojó como resultado que la construcción de un puente sólo incrementa la vulnerabilidad de la población ante una posible avalancha, pues éste se convertiría en una especie de represa y podría ocurrir una tragedia similar a la de Armero (Tolima).

El informe igualmente determina que el riesgo es permanente y aumentan las probabilidades de que ocurra cuando hay actividad sísmica y alta lluviosidad. Dicho diagnostico se realizo según los modelos informáticos construidos en un software que, a partir de los datos ingresados, arroja gráficas en 2D sobre la magnitud de un fenómeno natural en diferentes condiciones climáticas.

Luego, la alternativa para que el corregimiento siga comunicado con el municipio sin incrementar la vulnerabilidad es derrumbar el puente actual y construir una batea, pero las opciones para una solución definitiva son: hacer una intervención para remover las rocas, construir un viaducto de 7.000 millones de pesos o reubicar a la población, y de estas, la tercera es la más viable, según el proyecto.

Ahora, el problema consiste en que la comunidad cree que los resultados del estudio son un invento del gobierno, para sacarlos de su territorio y obtener algún beneficio económico, e insisten en la construcción del puente, según Alejandro Herrera. Por eso, se ha planteado la posibilidad de generar estrategias de comunicación para acercarse a los habitantes de La Virginia, demostrarles que los resultados son ciertos y tomar decisiones conjuntas, que les permitan estar mejor preparados ante el peligro sin que se sientan engañados o vulnerados en sus derechos, añade Herrera.

La etapa comunicativa se iniciaría en cuanto la Alcaldía de el aval e incluiría la creación de un diplomado en comunicación de prevención de desastres liderado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Quindío, que planea incluir al programa de Comunicación Social-Periodismo de la misma institución y generar un trabajo interdisciplinario que beneficie a la sociedad, pues La Virginia no es la única parte donde puede ocurrir una catástrofe. Si lo anterior logra darse, la universidad sería pionera en ofrecer una especialización que conjugue la ingeniería, la comunicación y la prevención de desastres. Así, como fue pionera en Colombia en la implementación del software que construye modelos informáticos sobre fenómenos naturales.

El arte de superar obstáculos

CRÓNICA / EL ÚNICO PRACTICANTE DE SALTO ALTO EN EL QUINDÍO

El arte de superar obstáculos

Jennifer Andrea López López

Agencia Q.

Johnny Soto se prepara para saltar, es su último intento y su rostro refleja resignación. Antes de la competencia de salto alto, en los juegos nacionales universitarios, la máxima altura que Johnny alcanzaba era 1.65 metros. En su tercer intento logró 1.72 metros y ahora el reto son los 1.77 metros. El problema es que Soto, dependiendo de la altura, cuando sólo le queda un intento, empieza a resignarse.

Johnny es el único practicante de salto alto en la modalidad masculina que tiene el departamento del Quindío, aunque podría llegar a saltar más de dos metros, según Jorge Beltrán, su entrenador.

Es el momento, Johnny emprende la carrera, salta, queda de pie al borde de la colchoneta y de lado tumba el listón. Es hora de abandonar la competencia, Soto organiza sus cosas y se dirige hacia donde está su familia y su entrenador que le reprocha no haber querido saltar los 1.77 metros.

Aunque éste deportista de la Universidad del Quindío práctica diferentes ejercicios de atletismo (durante cinco días a la semana, desde las seis hasta las ocho y treinta de la mañana), un mes antes de la competencia, se dedicó exclusivamente a los movimientos de su actividad. Al saber esto, quise experimentar en carne propia uno de esos días en que Johnny se preparó con el fin de competir contra otros universitarios.

Entonces, llegue a la pista atlética a las seis horas, espere media hora a Soto, que para mi fortuna ese día se levanto tarde. Lo seguí en un entrenamiento que sabia le iba a resultar tortuoso, a una persona que mide 1.58 metros y que siempre le ha tenido temor a caerse de bruces cuando se trata de superar saltando un obstáculo, a una persona como yo.

Los saltadores generalmente son altos, por ejemplo en los juegos nacionales universitarios la estatura mínima estaba cercana a la de Soto, 1.88 metros. En cuanto al peso, es falso que deban ser muy flacos, verbigracia Johnny pesa 63 kilos y debe empezar a ganar masa muscular pues lo que se busca es generar en las piernas la potencia explosiva requerida al instante de saltar.

El calentamiento incluye tres vueltas trotando a la pista atlética y, posteriormente, superar treinta veces una ruta que desemboca en el arenero de salto largo. En dicha ruta se deben saltar tres vallas de altura progresiva y una llanta. He de confesarles que no tuve problema en trotar, mas no fui capaz de pasar la ruta, ya que en cuanto estuve al frente de la valla más pequeña (que mide aproximadamente 95 centímetros) regresaron todos mis miedos.

Después, hay una serie de ejercicios para la cadera y la espalda. Por último, está la parte en que se debe saltar el listón de diferentes maneras, y aunque ustedes no lo crean decidí lanzarme.

Sin embargo, hay que aclarar que antes de afrontar la mínima altura (un metro), Johnny me explicó cada una de las formas en que debía saltar como parte del entrenamiento y el modo en el que se hacía en una competencia.

Comencé con el estilo tijera, ni siquiera alcance a subir las piernas por encima de la colchoneta que mide aproximadamente 98 centímetros. Continúe ubicándome de espaldas a la vara, para saltar hacia atrás con las dos piernas y sin impulso, el resultado fue un golpe con el listón en el culo. Me detuve, Soto concluyó que era lo mejor.

Johnny finalizó una práctica en la que no sólo me había enseñado algo de su deporte, sino que también había contestado a mis preguntas. Así fue como me entere de que quiere ser profesional, de que aspira a ser campeón nacional de salto alto y a competir en los juegos deportivos nacionales. Dice no afectarle el hecho de no poderse medir con otros, pues las marcas a romper ya están establecidas y su meta es superarse a sí mismo.

Es por todas esas respuestas anteriores, que esperaba dijera algo así como: “ser el mejor en todo”, cuando antes de irme inquirí por su prioridad en la vida. Entonces, para asombro mío, contestó: “No tener vicios, no meterme en problemas y ser bueno con mis padres”.

Me despido de Johnny y me voy pensando en que definitivamente no se puede dar nada por hecho ni se puede entender la dificultad de algo sin haberlo experimentado.

“Información de una manera clara y oportuna”

INGENIERIA / SOLUCIONES VIRTUALES

“Información de una manera clara y oportuna”

Jennifer Andrea López López

Agencia Q

Cuando William Josep Giraldo llegó a la dirección del programa de Ingeniería de Sistemas y Computación, hace tres años y medio, escuchó los comentarios de algunos docentes y estudiantes que se quejaban de no poder encontrar la información completa y actualizada que necesitaban del programa en la página web de la universidad, por tanto decidió crear una nueva que solucionara ese problema.

Al diseñar una página web se debe tener en cuenta su usabilidad, es decir que cualquiera pueda manejarlo fácilmente, de manera intuitiva y que le sea agradable. Con el fin de fabricar un sitio virtual que cumpliera con dicha característica y que le hiciera sentir al visitante que realmente se encontraba en el programa consultando la información en la cartelera, la secretaria o la dirección, Giraldo iniciaría un proyecto de investigación en conjunto con los profesores Hamilton Hernández, María Lili Villegas y Alexandra Ruiz. Más adelante se incorporarían los estudiantes Martha Guzmán, Joan Arias, Hugo Castiblanco y Alexandra granados, como auxiliares de investigación.

El proyecto se divide en tres fases de la siguiente manera: en la primera se hizo la especificación de un metamodelo de usabilidad, para determinar que elementos facilitan la interacción del usuario con la aplicación virtual; en la segunda diseñaron cuatro interfaces o esquemas de página y en la tercera se producirá la quinta interfaz y se medirá la usabilidad de cada interfaz con los estudiantes y profesores de Ingeniería de Sistemas y Computación. Al final, la que sea considerada como la más fácil y agradable de usar, según la observación y las encuestas, se le suministrará la información real del programa y se implementará en el mismo.

La primera interfaz es una página de sólo texto, algo parecido a Hotmail; la segunda tiene texto e iconos; la tercera está diseñada en Flash, en formato 2D y la cuarta es una aplicación en 3D. En cuanto a la quinta, la idea es añadir al modelo en 3D dispositivos de realidad virtual como gafas, guantes y rastreadores de movimiento.

Se espera que la última fase del proyecto inicie en febrero de 2010 y que las convocatorias para participar en él, como auxiliar de investigación, se lleven a cabo la última semana de enero.

Aunque, esa fecha todavía no es segura, pues el proyecto se encuentra en espera ante la Universidad del Quindío, que es la institución que da el aval y otorga un presupuesto total de 20.000.000 de pesos para materiales, equipos, descarga académica de los profesores y pago de los auxiliares. Esta situación se dio porque los investigadores pidieron un plazo, para dedicarse a organizar el Congreso de Interacción internacional, que se realizó simultáneamente en España y en Colombia los días siete, ocho y nueve de septiembre de 2009.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Crean dispositivo para medir el nivel de humedad de la guadua

INGENIERÍA/ DISPOSITIVO PARA MEDIR LA HUMEDAD EN LA GUADUA SIN DAÑARLA

Crean dispositivo para medir el nivel de humedad de la guadua

Jennifer Andrea López López
Agencia Q

Hace un año y medio, Álvaro Andrés Salazar se percató de que a la industria le hacía falta un dispositivo sensor para medir el nivel de humedad de la guadua sin dañarla. En ese momento, Diana Carolina Pardo y Mario Javier Vásquez, estudiantes de Ingeniería Electrónica de la Universidad del Quindío, decidieron hacer su tesis sobre dicho material. Entonces, el profesor Luis Eduardo Tobón, del mismo programa, los contactó.

El dispositivo que concibieron se sujeta a la guadua con un brazalete, toma datos del voltaje cada tres segundos, a través de electrodos, guarda las medidas en su memoria interna y las convierte a un porcentaje de humedad, de acuerdo a una tabla que ellos diseñaron.

A menor nivel de humedad en la guadua mayor tiempo de vida se le garantiza a lo construido con ella, de ahí que sea importante medir ese porcentaje, que puede estar entre un cincuenta y un ciento ochenta por ciento. Dicho porcentaje se puede disminuir al dieciocho por ciento, aproximadamente, con una exposición al sol o a un ocho por ciento, por medio de un secado artificial en hornos.

Pero si la guadua tiene un alto porcentaje de humedad (de 80% en adelante) se corre el riesgo de que se agriete en el proceso de secado. Si esto pasa, sólo podría utilizarse en artesanías.

Los dispositivos que se usan actualmente emplean una especie de púas que perforan la guadua. De este modo, si no es apta para la construcción, se le dejan agujeros por donde ingresan insectos y plagas que se la comen de adentro hacia afuera. Otra opción, es cortar la guadua sin conocer sus datos de humedad, lo que incrementa los costos del transporte y del secado.

El nuevo dispositivo se encuentra en fase de optimización, que pretende, entre otras cosas, reducir sus medidas (que son de nueve por diez centímetros) y, a largo plazo, darle capacidad para recoger datos durante veinticuatro horas, con lo cual se podría monitorear el intercambio de fluidos entre la planta, el medio y el suelo.

El grupo tuvo que invertir un año en el proceso de caracterización y rediseñar cinco veces la tabla de referencia que le permite al dispositivo convertir el voltaje en porcentaje de humedad, como consecuencia de las variaciones en los fluidos de la guadua.
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